Life on TV

En el análisis de este documental quiero destacar unos cuantos puntos de interés en referencia al mundo de la televisión cuando se trata de esos programas que todos conocemos. Esos programas que cualquiera podría identificar con tan solo unos minutos de emisión. Y es que, ¿quién no ha encendido la televisión alguna vez y se ha topado con la tele-realidad?

La tele-realidad es un concepto muy amplio en cuanto a que esa realidad no se sabe si existe o no. Todo lo que vemos puede ser un puro montaje, pero lo más curioso es que este género televisivo sigue funcionando en primer lugar, por lo que acabo de comentar de que es perfectamente identificable y porque al fin y al cabo, el espectador demanda programas de este tipo. Por eso se mantienen hoy en día emisiones de Gran Hermano, porque es lo que pedimos.

Gran Hermano apuntaba con una expectativas bastante altas, de hecho se propuso como el programa del verano; en el que un grupo de jóvenes convivirían en una casa teniendo como fin crear un ambiente familiar. Pero como relataba Melanie Hill, una de las concursantes de la primera edición de Gran Hermano USA, el programa no hacía más que humillarte. Te vigilaban a todas horas y hacían lo posible para “crear un personaje de ti”. Te convertías automáticamente en alguien público y con tan solo un toque de edición en realización y montaje, podías ser quien ellos quisieran. Melanie cuenta que cuando ella salió de la casa tras haber sido eliminada, había mucha gente que le insultaba y le criticaba porque le tenían como alguien que no era. Ella lo describía como esa sensación de verte en la televisión y no reconocerte.

Aún así, Gran Hermano obtuvo récords de audiencia a pesar de numerosas declaraciones que afirmaban que era un programa que afectaba muy directamente no solo a los concursantes, sino también a los espectadores y lo peor, es que a pesar de haber marcado con un talante negativo, las televisiones siguieron y siguen emitiendo este género. De hecho Gran Hermano varía en algunos aspectos dependiendo de la zona. Por ejemplo en los países escandinavos vemos escenas de sexo en pleno directo.

Pero ¿dónde empezó todo? La tele-realidad nace con el lanzamiento de The Jerry Springer Show, un talk - show estadounidense que emitió durante 27 años hasta su cancelación en 2018. En él, conocíamos a personas que acudían a un plató a contar su vida básicamente. Lo que a la gente le gustaba era enterarse de las desgracias de los demás. Los programas podían variar desde ser completamente extraños, hasta pelearse por la custodia de un hijo, por infidelidades, reencuentros, etc.

Por mucho que la tele-realidad y sus respectivos géneros estén funcionando con éxito en cantidad de países, esta ha provocado asuntos de alta gravedad como fue el caso de Jonathan Schmitz, invitado del talk - show de Jenny Jones en 1995. En el directo, Jonathan recibió una llamada de su madre en la que esta le preguntaba por su amante, a lo que él contestó que era un hombre. Schmitz aparentó normalidad el resto del programa, pero unos días después fue sentenciado a casi 50 años de cárcel tras haber asesinado a su admirador secreto. Se culpó al talk de Jenny Jones como la provocación para que Jonathan cometiese el delito.

Las cadenas públicas reciben una gran presión para competir con las privadas, ya que tras la llegada de estas últimas la televisión pública pegó un bajonazo en cuanto a audiencia y formatos como el de Gran Hermano tienen que ser aceptados o no para la BBC analizando qué es lo que pide exactamente el espectador. Una de las controladoras de la BBC; Lorraine Heggessey, admite que ella no acogería un género como el de Gran Hermano aunque en su día funcionase bien en definitiva. Pero la BBC sí apuesta por Náufragos, otro programa de este estilo que en España lo conocemos como Supervivientes. De este programa sacan como positivo que las personas que deciden concursar se lo toman como un viaje interior, cosa que opino que es muy correcta y que verdaderamente puede servir para conocerse a sí mismo o simplemente dar un respiro a la mente. Considero que la pura naturaleza te ayuda a crecer.

En parte, encargados de la BBC se sienten ofendidos por el hecho de que se compare a programas como Supervivientes con Náufragos. En Supervivientes se lo toman todo más a pitorreo y no tiene el mismo objetivo que Náufragos. Digamos que En Supervivientes vas a más a lucirte como personaje y a darte a conocer que a aprender a sobrevivir. Pero en contraposición tenemos la opinión de uno de los concursantes de Náufragos que se siente como si el programa hubiera sido una tomadura de pelo. Recibió mal trato y algún ataque homófobo fuera de lugar y afirma que Náufragos muestra lo peor de la naturaleza.

Para finalizar el análisis, quería comentar que desde mi punto de vista, las cadenas optan por el género de tele-realidad porque al fin y al cabo hay gente que lo ve; y no es precisamente poca y porque cada año hay más y más gente que se presenta a este tipo de concursos. La gente es la que mueve los programas y la que tiene gran parte de protagonismo a la hora de que los canales decidan adoptar un género u otro. Hoy en día en España seguimos teniendo Gran Hermano, triunfan programas como Sálvame o First Dates, o sea talk - shows y date - shows que no hacen más que exponer la vida de las personas. Con esto quiero decir, englobando todos estos formatos televisivos, traten de lo que traten siempre acaban considerándose realities y en efecto, aún les quedan muchos años por delante.

Paula Cortés Fernández.