First Dates se emite en Cuatro desde abril de 2016 y hasta hoy, el 81% de los televidentes coinciden en que es un programa que sabe entretener de verdad. Pero al fin y al cabo, no nos entretiene por su calidad en cuanto al contenido o por la variedad de secciones, sino porque los concursantes que deciden entrar al programa pasan a ser personajes públicos automáticamente.
¿Y esto qué quiere decir? Básicamente que las personas que acuden a First Dates para supuestamente conocer al amor de su vida, lo que realmente van buscando es lo que llamamos coloquialmente “familla”.
Y encaminándonos es esta línea, un primer ejemplo de publicidad no convencional lo podemos encontrar en uno de los programas no tan recientes pero sí con un caso bastante particular de patrocinio. Uno de los invitados de una cita en concreto aparenta desde un principio que lo que le había movido a ir al programa era el amor, pero poco a poco nos vamos dando cuenta de que se esta promocionando a sí mismo de una forma medianamente sutil.
“Soy actor publicitario, y pensé que, al venir aquí, además de encontrar a la mujer de mi vida, también podría abrirme puertas en el trabajo.”
Así se acabó definiendo el propio concursante, a lo que el presentador Carlos Sobera y el resto del equipo del programa respondieron con la detención de la cita. Al parecer, este invitado no había comunicado previamente sus intenciones reales, por lo que el ánimo de lucro fue totalmente inesperado para todos.
Otro ejemplo lo podemos encontrar en los programas especiales del día de San Valentín que tuvieron lugar en la semana del 11 al 15 de febrero a las 22:50. El programa aprovechó la destacada fecha para dar lugar al patrocinio de la marca Nintendo. Esto se hizo introduciendo un
miniconcurso dentro del propio show. Que sea San Valentín al fin y al cabo no es más que una excusa.
“Cómo acertar con el regalo perfecto, gana una Nintendo Switch…”
Este mismo proceso se realizó también el martes 18 del mes de marzo de 2019, pero esta vez a través de una de las concursantes. Es similar al primer ejemplo, pero en esta ocasión la chica dice el nombre de una marca registrada:
“Hoy me he lavado el pelo con el champú de Herbal Essence”.
De nuevo, una fórmula publicitaria no convencional, en la que de forma disimulada nos cuelan productos por un tubo. Pero de un modo u otro, si plataformas como Mediaset deciden utilizar este tipo de esponsorización en sus canales principales será porque quieren evitar el famoso y temido “zapping”. Hay que buscar maneras para que el espectador se quede viendo lo que se emite, por lo tanto se necesita introducir la publicidad en los momentos menos esperados sin que se haga pesada.
La Ruleta de la Suerte en Antena 3
El programa de la sobremesa presentado por Jorge Fernández pone a prueba a todos aquellos que estén dispuestos a superar retos de agilidad mental, reflejos y sobre todo demostrar la cultura y los conocimientos que poseen. En el programa del jueves día 21 de marzo podemos observar un caso muy típico de publicidad no convencional. Se trata del típico anuncio en la esquina superior, o en otros casos inferior, que indica el programa que va a venir a continuación o que se va a emitir próximamente en esa cadena. Es un caso de patrocinio muy habitual; en el ejemplo que yo he escogido se anunciaba el programa que iba a suceder a La Ruleta de la Suerte.
En segundo lugar, otro caso de patrocinio. Publicidad de la Clínica Baviera la cual anuncia el propio presentador. Creo que esta fórmula es bastante recurrente por parte de las cadenas generalistas ya que aprovechan el final o el inicio del programa, que es cuando la gente suele estar atenta.
Ahora Caigo en Antena 3
Hago este tercer ejemplo a elección personal, ya que no quería dejarme en el tintero ningún caso de los que analicé.
¿Quién no se ha sentado las tardes de diario en el sofá a ver el entretenidísimo Ahora Caigo? Ya desde 2011, el canal principal de Atresmedia emite programas tanto renovados como de ediciones pasadas de lunes a viernes a las 18:45.
Ahora Caigo juega mucho con el tema de la autopromoción. Al final de cada concurso, al ganador de este se le otorga; aparte del dinero que gana jugando evidentemente, un juego de mesa con el mismo nombre del programa. Esto al fin y al cabo tiene como objetivo que todos aquellos que vean el programa con frecuencia tengan esa curiosidad por el juego de mesa y en su defecto, el programa se beneficiará de ello más tarde llevando a los compradores al consumo de ese producto. Es un buen ejemplo del patrocinio de las autopromociones.
Paula Cortés Fernández.
21/03/2019
Recuerda que los nombres de programas, series o películas van en cursiva.
Paula, correctos los ejemplos. Evita repetir palabras como "programa".
3/3