Sebastián Corona Gómez
26/2/19
Bill Hader es la nueva estrella de la comedia de HBO, durante ocho años, formó parte de una de las generaciones de actores de Saturday Night Live más exitosas desde, probablemente, finales de los 70 y principios de los 80. Hader compartió gags y la ansiedad de la televisión en directo con gente como Tina Fey, Amy Poehler entre otros, sin embargo, esa ansiedad del directo era excesiva para Hader. El actor ha reconocido en muchas entrevistas que sufre de un pánico escénico que le impedía disfrutar de la experiencia. Barry, esta nueva sátira de HBO es una oportunidad perfecta para el actor ya que está basada en su propia experiencia de ser muy bueno en algo que no quiere seguir haciendo más, la comedia está protagonizada por un asesino a sueldo que se siente estancado y atrapado. Se le da muy bien matar a gente, pero lo odia porque no le hace sentirse vivo. Hasta que, siguiendo a un aspirante a actor que es su siguiente objetivo, se topa con una clase de interpretación que le hace plantearse que la actuación sí puede ser su puerta hacia la felicidad.
La serie es una sátira de la pretenciosidad del mundo de los aspirantes a actores y las clases en los que los maltratan psicológicamente para que den lo mejor de sí mismos leyendo escenas de películas famosas, mientras lo muestra todo con la misma sobriedad con la que Barry cumple sus misiones.
El primer capítulo, Deja tu marca, es una presentación muy eficaz de quién es Barry y de todos sus dilemas. Deja claro que está deprimido, que su jefe es un poco tacaño y que el asesinato que lo lleva a Los Ángeles le va a traer muchos problemas, pero el descubrimiento de esa clase le permite, por fin, identificar qué le está ocurriendo.
Barry no fuerza la comedia ni los chistes. Incluso el momento más abiertamente cómico en el bar, con el resto de sus compañeros de la clase, se muestra en el mismo tono y sirve para establecer el egocentrismo de esos personajes sin necesidad de subrayarlo. Y el estoicismo de Hader transmite cómo es este hombre, acostumbrado a desligarse de sus emociones para poder realizar su trabajo, y cómo le abruma y le interesa ese nuevo mundillo en el que acaba de entrar.
Esta primera temporada consta de ocho capítulos y aunque la premisa es de risa, el dilema de Barry se trata con bastante seriedad, sobre todo porque el protagonista se ve envuelto en algunas situaciones de vida o muerte. La sátira de la superficialidad de los actores es un buena oportunidad para contar una historia de un asesino a sueldo que se sale de los moldes habituales.
En cuanto a descripción de producto la entrada es correcta.
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1/3